Recuerda: ella te sonrió pícara, natural, con una risilla nerviosa… parecía sentirse feliz y agradada. Se puso a tu lado a escuchar y, como sin querer, te tocaba, te rozaba, accidentalmente con el brazo, la camisa o incluso la pierna… Te lanzaba miradas intermitentes y jugaba con su cabello más de lo normal . Y también jugaba nerviosa con sus tobillos
Recuerda: ella te sonrió pícara, natural, con una risilla nerviosa… parecía sentirse feliz y agradada. Se puso a tu lado a escuchar y, como sin querer, te tocaba, te rozaba, accidentalmente con el brazo, la camisa o incluso la pierna… Te lanzaba miradas intermitentes y jugaba con su cabello más de lo normal . Y también jugaba nerviosa con sus tobillos
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