Érase un ciego que vivía en Triana. Recibió una carta del ayuntamiento, invitándole a unas jornadas sobre movilidad sostenible. Maravillado por estas mágicas palabras se dispuso a ir allá. Pensó: ¡Al menos, solicitaré un ascensor subvencionado para no bajar a tientas y lo otro, las empinadas escaleras de caracol del inmueble¡
Tras abrir el portal del bloque notó que lo atropellaban, y se pegó el revolcón padre. ¡Ha sido un ciclista insonorizado con cascos¡ Le dijo el dueño del bar de enfrente. Y él se dijo para sus adentros ¡Cómo empieza el día, toparme con mi enemigo número uno, nada más salir¡
Aún maltrecho siguió adelante apenas unos metros, cuando una barrera metálica le impidió el paso ¿Vecino, hemos entrado en guerra esta noche? ¡No, son las obras de reforma del piso de la esquina, vuelve atrás y cruza por el paso de cebra¡ Y cuando ya se internaba en ese paso, tan nada selvático a pesar de su nombre de animal africano, su brazo chocó contra un espejo retrovisor. ¿Oye, qué vehículo es éste, tan silencioso como un gato, que no me deja pasar? ¡Es el del barrendero, que te quiere gastar una broma con su nueva furgoneta eléctrica¡
Cruzada la calle de una puñetera vez, el ciego de Triana creyó que estaba todavía en la calzada. Se escuchaban dos rodaduras viniendo veloces hacia él. La primera la conocía de sobra. Era la moto a contramano del repartidor de prensa. Pero, ¿Y la segunda? Los metatarsianos de ambos pies le contestaron el enigma. Se trataba del jovencito que iba al Instituto en monopatín y no había tenido tiempo de esquivarlo por completo.
Tanteando el terreno se acercó al traicionero velador del bar vecino, con el que tantas veces había tropezado en los últimos años, pues parecía un desfiladero de alta montaña de una película de aventuras. Se sentó y, resignado a volverse a casa, pidió un café.
© Carlos Parejo Delgado
Me estoy haciendo adicta a los relatos verosímiles de Carlos, quieres decirle de mi parte que se abra un blog???, son fantásticos, menos mal que te tiene a ti o te tengo yo para leerle, jajaja, más besosssss estos a repartir entre los dos!
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