La gran lacra que se está cebando con Andalucía como consecuencia de las acciones y omisiones del aún tan reciente y autodenominado a bombo y platillo gobierno del (re)Cambio —que bien pronto está demostrando ser una pieza harto defectuosa— y la Re(de)generación —como si no hubiésemos sufrido ya bastante degeneración con el P$O€—, no es el producto de esta infección alimentaria casi sin precedentes que hoy nos 'acongoja', las vacaciones extemporáneas de Juanma Moreno o las prácticas nepotistas de hermanísimos y hermanísimas con poder, para favorecer a sus amiguetes y allegados. La gran lacra, el gran problema es que este gobierno, tan aficionado a las "machás", parece estar infectado de forma crónica por la contagiosa bacteria de la "listilloriosis". Menudas tres patas para un banco. Y cuánto indecente postureo sin escrúpulos. Ya sólo nos falta ver a Aguirre el 'Campechano' venir a emular el gesto de Manuel Fraga —ese demócrata— en Palomares —o vaya 'usté' a saber dónde cojones—, zampándose del tirón y a palo seco una docena de montaditos de carne mechá supuestamente contaminada. Hilillos de plastilina, poco más que hilillos de plastilina.
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