Los mismos que, más o menos veladamente, han venido hace ya tanto alentando, al servicio de la gula petrolera del Imperio, un golpe de Estado en Venezuela, hoy derraman nauseabundas lagrimítas de cocodrilo ante la posibilidad de que se desencadene un enfrentamiento civil y militar que dé lugar a un derramamiento de sangre. Qué asco de gentuza hipócrita sin corazón y aun menos escrúpulos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario