jueves, 18 de octubre de 2018

En la picota (XII)


después de la batalla
una costra de sal
sin luz cubre los coágulos
de la sangre astillada
en el hueco del hueso

la mar en retirada
y abatida aún ansía
soñar frente al azogue
con la rosa y el tuétano

pero el caos en el hueco
del hueso y el insomnio
que arde en la espina dictan
que lo vacío —germen
del todo— es nada siempre

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