Finalmente la Legión Extranjera ganó el Mundial de Fútbol. Ahora no estaría de más que Emmanuel Macron concediese a estos bravos jugadores del Viejo Continente la nacionalidad francesa, al igual que hizo con Mammoudu Gassama, el Spiderman maliense, tras escalar este un edificio en París para acabar rescatando felizmente a un niño de corta edad que, colgando de un balcón, corría un gran peligro de desplomarse y morir.
Desde tiempos de Hitler los países del Tercer Mundo abastecen de materia prima a los exitosos campeones olímpicos y mundiales de Occidente
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