domingo, 25 de marzo de 2018

A la mierda


Un hombre, un voto, dicen. Pues ahí va el mío: me cago en toda esa izquierda indolente que ahora mismo mira hacia otro lado o, aún peor, se empecina en continuar criticando al independentismo -esto ahora no toca, compañeras- , mientras la democracia está siendo secuestrada y confinada en el fondo de una apestosa mazmorra en Cataluña. "Y en España, primo, y en España" -dice mi camarada invisible, casi el único en quien ya puedo confiar.

(De la serie "Cuando vinieron a por mí, eran los hijoputas de los "míos" los que con más entusiasmo aplaudían.")

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