lunes, 19 de febrero de 2018

Historias de la Calle Alfarería (30). Primavera en flor (1). (Carlos Parejo)


Tres días de temperaturas suaves han bastado para que aparezcan los primeros brotes de la flor de azahar en los naranjos. Y el vecindario de Alfarería se ha echado a la calle desde la sobremesa al ocaso; las confiterías de la calle San Jacinto tienen sus veladores al aire libre que rebosan de gente y ruido. Los grupos se congregan en una improvisada diversión pantagruélica. Consiste en atiborrarse de pastelería industrial que sacia la explosiva gula que acompaña el inicio del buen tiempo. Y sus bocas se van contaminando de sustancias pro-caries y sus arterias se llenan de colesteroles malos. Las clínicas dentales observan optimistas el espectáculo, vendrán a ellas la semana siguiente.

Este fin de semana es un triángulo festivo variopinto. Se inician los Vía crucis de la Cuaresma, terminan los Carnavales y comienzan las despedidas callejeras de las solterías. Los jóvenes disfrazados grotescamente vociferan sin cesar, pero no se atreven a profanar los umbrales de los templos, donde una guardia pretoriana de capillitas vigila sus puertas. Enchaquetados de azul y gris observan graves y serios a quiénes entran. Todos los alrededores de los templos semejan una marabunta desquiciada y febril, que se mueve incesantemente. El interior ha sido vaciado de bancos para que la “bulla” de visitantes salga y entre como una marea en días de rebajas de cualquier gran almacén de ropas. Tras el correspondiente besapiés hay una lluvia de flashes para inmortalizar a los Cristos como si fueran los personajes estelares de sus series televisivas favoritas. Luego se van a otra iglesia a procurarse una idéntica distracción estética y emotiva. Cuatro o cinco viejecitas permanecen sentadas en los bancos pegados a las paredes. Y lo hacen un largo tiempo, ya que su meditación y oración reposada y silenciosa las va sosegando de sus preocupaciones cotidianas y las prepara esperanzadas para el Cielo por venir.


(¢) Carlos Parejo Delgado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario