Ah, qué tiempos aquellos durante los cuales la Justicia, en palabras del
ya casi olvidado diputado Pacheco, era en España un cachondeo, y no
esta broma pesada y macabra para los decentes, y pobre y amargada
meretriz de manga ancha y garganta más que profunda para proxenetas y
puteros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario