viernes, 21 de julio de 2017

Cien años de necedad


Muchos años después, frente al cañón de su escopeta de caza, aquel banquero venido a menos había de recordar la tarde remota en la que un colega sin escrúpulos le dio a conocer las tarjetas "black" y el modo de embaucar a ciudadanos poco avisados colocándoles los activos financieros tóxicos conocidos como participaciones preferentes. Esperpentaña era entonces un espejismo de interminables urbanizaciones de adosados y campos de golf construidas en espacios paradisíacos recorridos por ríos de aguas diáfanas que desembocaban en el mar por playas casi vírgenes y de arenas brillantes como el lomo de una gran ballena blanca. La corrupción era tan reciente, que muchos delitos económicos carecían de nombre, y cuando, para mencionarlos, alguien los señalaba con el dedo, los necios, contumaces, apartaban la mirada de la luna.

(Hiperrealismo trágico.)

No hay comentarios:

Publicar un comentario