aullidos de sirenas
que dejan en las bocas un regusto
metálico de anzuelos
No hay nadie atado al mástil hace tanto
desde la prohibición
que ya nadie recuerda
la libertad que otorga
bien usada una cuerda
En su lugar relojes y sirenas
marcan el estridente monótono compás
que lubrica la máquina.
La máquina del sistema funciona inexorable.
ResponderEliminarEntre 5 y 10 mil jóvenes sevillanos hacen botellonas clandestinas en los callejones del barrio anejo a la Feria de Abril. Prefieren emborracharse y gritar, mearse y llenarlo todo de bolsas y basura. Para guardar las apariencias de 12 noche a madrugada pasan los vehículos de la Limpieza y los riegan para que lleven a sus casas el olor especial de la Feria sevillana, esa que no sale en los telediarios del sistema.