Nadie
No hay nadie en el trayecto
que media entre la luz y las tinieblas.
Nadie en el otro lado del espejo.
Nadie en los flancos, nadie al frente, nadie
pisando los talones de la náusea.
No hay nadie aquí, no hay nadie,
digo en el vórtice, en el centro, aquí...
¿o no hay aquí ni centro ni trayecto
ni luz ni etcétera ni nada?
¡Alguien, misericordia!
¡Alguien que sople y sople y me disuelva!
Nadie.
No hay nadie.
Nadie.
Nos estás regalando elevaciones!!! Bueno..., estás tú y eso debería ser suficiente.
ResponderEliminarNadie es antónimo de la presencia insatisfecha de alguien
ResponderEliminar