Cambio beso de Judas por abrazo del oso, tres camellos cargados de oro, incienso y mirra -el incienso y la mirra, cómo no, son metáforas-, o por una treintena de monedas de plata. Para dejar razón: el árbol del ahorcado.
No puede ser que después de traicionar por la fortuna busquemos una soga, a no ser que traicionemos por amor o que la supuesta traición sólo sea un acto de amor.
No puede ser que después de traicionar por la fortuna busquemos una soga, a no ser que traicionemos por amor o que la supuesta traición sólo sea un acto de amor.
No puede ser que después de traicionar por la fortuna busquemos una soga, a no ser que traicionemos por amor o que la supuesta traición sólo sea un acto de amor.
ResponderEliminarNo puede ser que después de traicionar por la fortuna busquemos una soga, a no ser que traicionemos por amor o que la supuesta traición sólo sea un acto de amor.
ResponderEliminar