lunes, 15 de agosto de 2016

Cuentos de la calle Castilla (1) (Carlos Parejo)


A mediados del siglo veinte, la carretera de Extremadura a Sevilla desembocaba en la trianera calle Castilla. Allí entraba por la capilla del Cachorro y salía dando una pronunciada curva hacia el Altozano y el puente de Triana. Al amparo de tanto trasiego florecieron numerosas tiendas en sus aceras. Un maestro pintor daba la caligrafía y el color preferido a los rótulos de cada una, bien estampados en la pared, sobre el escaparate o en el toldo que las protegía del sol y del calor. Sin duda, la que se llevaba la palma por su originalidad era “Calzados La Valenciana”, una verdadera “pionera” en cuanto a los logotipos y emotikones de la era digital y del plástico. Le bastaban los graciosos dibujos de una gitana con su mantoncillo y bata de cola, y de sendos enormes zapato de flamenca y boto rociero, para que todos supieran con los ojos lo que allí se vendía.

(¢) Carlos Parejo Delgado

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