sábado, 18 de junio de 2016

La otra Eurocopa

Ahora que, en el contexto 
de la lucha emprendida 
por los trabajadores 
galos contra la abyecta 
reforma laboral 
del gobierno de Hollande, 
en Francia se celebra 
el Europeo de Fútbol, 
no resulta de más 
mencionar que hace décadas 
se viene sucediendo 
en todo el mundo el mismo
y desigual encuentro 
entre los combinados 
de los neoliberales 
y los socialdemócratas. 
Ante todo decir 
que se trata sin duda 
de un partido amistoso. 
Luego hacer referencia 
a los buenos propósitos 
que guiaron, en principio,
la estrategia adoptada
por los socialdemócratas, 
empeñados en ser 
motores del Estado 
del bienestar, así
como, frente a la opción
de la lucha de clases,
en extender el uso
de la negociación 
colectiva al objeto 
de perpetuar la paz 
social y procurar 
condiciones de vida 
decentes para el pueblo. 
Visto así pareciera 
que los socialdemócratas
y, con ellos, el pueblo, 
albergan suficiente 
chance para ganar
finalmente el partido. 
No es más que una quimera. 
Porque en sus filas hay 
jugadores vendidos 
al capital y el resto 
de tan diestros no saben 
usar la banda izquierda. 
Porque, en ningún momento, 
la socialdemocracia, 
ha llegado a jugar
en casa y el terreno
de juego donde opera
el capital se encuentra
atestado de trampas
y sus gradas plagadas
de hoolligans violentos.
Por no hablar de los árbitros 
—el Fondo Monetario, 
la OTAN, las Naciones
Unidas, la OCM—
siempre sin excepción 
barriendo para casa. 
Puede que en la Eurocopa, 
la selección francesa 
—negros representando 
a uno de los países 
donde más han crecido 
los partidos políticos 
de carácter racista— 
se lleve el gato al agua. 
Pero en el otro encuentro, 
el de la clase obrera 
contra los atropellos 
del neoliberalismo 
y los socialdemócratas 
franceses, sería estúpido, 
por más que, por fortuna, 
se alcanzase la prórroga, 
gritar "este partido 
lo vamos a ganar". 
El equipo contrario 
tiene en sus filas muchos 
jugadores expertos 
en lanzar penas máximas. 
Así que, si queremos 
tener en el futuro 
una mínima opción 
de ganar el partido, 
apostémoslo todo 
y sin pero a un equipo 
que juegue por la izquierda.

2 comentarios:

  1. Ni izquierdas ni derechas, hay que jugar hacia atrás, hacia nuestra portería, y meternos un auto-gol homicida.

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  2. ¿Qué gran cadena hotelera de Punta Umbria ofrece trabajos mileuristas en que te pagan solo la mitad de horas con seguridad social?

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