(plagiando a Dámaso)
Europa es un engendro con en torno a
diez mil niños perdidos en su infame periplo huyendo de la guerra (según
las estadísticas).
A veces en la noche Angela Merkel se revuelve en su cama aquejada de insomnio porque cenó copiosa-
mente y del todo ajena al inmundo albañal donde se pudre esa infancia sin nombres;
y pasa largas horas cuenta que cuenta ovejas, mientras el huracán y los perros mancillan
con su olvido a esos niños y al resto de los niños olvidados del mundo.
Y pasa largas horas ladrando como un perro de presa y ululando igual que el huracán, fluyendo como el napalm y la fiebre amarilla.
Y pasa largas horas preguntándole a Dios por qué coño no puede dormir en condiciones si no tiene conciencia y es una desalmada
a quien le importa un rábano que haya niños perdidos por decenas de miles pudriéndose en Europa,
que miles de millones de niños olvidados se pudran en el mundo
len-ta-men-te .
Dime, ¿qué huerto quieres abonar con su precoz y tierna podredumbre?
¿Temes que se te sequen los grandes cizañares de tus días, las tristes malas hierbas letales de tus noches?
(Y tras estas preguntas, la insomne Canciller, en lugar de contar ovejas, cuenta niños perdidos, olvidados, pudriéndose, y se duerme).
A veces en la noche Angela Merkel se revuelve en su cama aquejada de insomnio porque cenó copiosa-
mente y del todo ajena al inmundo albañal donde se pudre esa infancia sin nombres;
y pasa largas horas cuenta que cuenta ovejas, mientras el huracán y los perros mancillan
con su olvido a esos niños y al resto de los niños olvidados del mundo.
Y pasa largas horas ladrando como un perro de presa y ululando igual que el huracán, fluyendo como el napalm y la fiebre amarilla.
Y pasa largas horas preguntándole a Dios por qué coño no puede dormir en condiciones si no tiene conciencia y es una desalmada
a quien le importa un rábano que haya niños perdidos por decenas de miles pudriéndose en Europa,
que miles de millones de niños olvidados se pudran en el mundo
len-ta-men-te .
Dime, ¿qué huerto quieres abonar con su precoz y tierna podredumbre?
¿Temes que se te sequen los grandes cizañares de tus días, las tristes malas hierbas letales de tus noches?
(Y tras estas preguntas, la insomne Canciller, en lugar de contar ovejas, cuenta niños perdidos, olvidados, pudriéndose, y se duerme).
Pues Ángel Merkel, de derechas y con recortes salariales en su contra para el decir de los progresistas, es la líder que más alza la voz para que estos refugiados tangan una vida digna. Su política económica puede ser criticada, pero su talante personal quizás no tanto.
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