La dama-luz-gastada
emerge desde el légamo seminal de las sombras.
Envuelta en un sudario de silencios, proclama
que aquel que aún se resiste
a rendir a lo estéril
su vocación de oasis,
apenas llegó en sueños
a ser por un amargo
instante un espejismo.
(El cielo se desploma
sepultando los páramos
bajo un turbión de azogue
y sangre coagulada)
desierto/oasis, desamor/vida plena
ResponderEliminar