(Os los presento):
DAN Y MARÍA JESÚS
Viajeros de un mismo destino
juntaron una juntera
fuerte y sana como un roble,
que puestos a ser madera,
son los dos madera noble.
Nadie lo es más que nuestro hombre
ni creo que a nadie asombre
que como Machado le nombre
en el buen sentido de la palabra bueno.
Para nada tenor hueco,
compañero es de palique
muy capaz de hacerte ameno
el listao de reyes godos,
no hace falta que os explique
cómo habla por los codos.
Votante como es de azul,
lo más rojo su autobús
y junto con ese azul,
la grana raya en la camiseta,
la blaugrana samarreta
de ése que es su equipo
y a mí me da repelús.
Se diría que es todo un tipo
que na’ tié’ que ver conmigo.
Mas creedme a mí si os digo
que nadie como a él a la faz
llamarle puedes amigo.
Dicen que tiene un plan
pa’ quedarse to’ Banús
De nacencia, catalán,
por amores, andaluz,
resulta al final que es Dan
no se sabe si andalán
o si acaso, cataluz.
Su mundo todo, su afán,
Víctor, Guillermo y Adrián.
Su patria, María Jesús.
Real hembra y gran señora,
madrileña de la marisma,
como madre y escultora,
como esposa y como artista,
metáfora de sí misma,
que quien aquí os habla afirma
-y hoy tocan sólo verdades-
que de la materia más dura
sus más bellas esculturas
son unas maternidades
-en el arte y en la vida madre-,
que se funden de ternura.
Ejemplo ejemplar de padres
María Jesús y Dan;
Víctor, Guillermo y Adrián,
la rama que al tronco sale.
Texto e ilustración: Agustín Casado
Muy familiar, loa a lo Lope de Vega con sabor contemporáneo. Cuidado con las gotas frias en la Costa.
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