Cuando los procesos electorales dejen de plantearse como batallas por el
poder, para pasar a hacerlo como confrontación entre diferentes modos
de entender el servicio público, podremos comenzar a hacer camino hacia
una verdadera democracia. Entretanto continuaremos hundiéndonos más y
más en las pestíferas arenas movedizas del totalitarismo financiero y
sus mamporreros políticos.
¿ Cuándo será ese «cuando...» ???
ResponderEliminarBesos