(¡ANDALUSÍA, ANDALUSÍA, ANDALUSÍA! El de Susanidad es tan burdo e impostado, que más que chovinismo, se podría denominar “chuminismo”.)
Susana y yo
Susana es soberbia, grosera, intratable, tan ruda y rastrera, que se diría un rancio dictador, que no alberga afectos.
Tiene la sed de notoriedad y triunfo de Napoléon. Pero le falta el Imperio.
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