Hay que disfrutar del momento, sin pensar en las consecuencias, parece el lema de las quinceañeras de todos los tiempos.
El rey Alfonso X se paseaba hace unos setecientos años por la muralla del Alcázar y no daba crédito a lo que veía. Las dueñas de la futura reina se habían disfrazado con armaduras de caballeros sobre sus sayas y jugaban con finas ballestas a que estaban de guerra con los moros.
Setecientos años después en ese mismo callejón vecino al Alcázar se reúne un grupo de adolescentes cuya imagen reproduce la de las artistas pop de última moda: camisetas desgarradas dejando ver sus sujetadores y con el ombligo al aire, shorts ajustadísimos y tatuajes y piercings aquí y allá. Se entretienen haciendo acrobacias con sus patines, tablas monopatines y bicicletas en su íntimo “Harlem” sevillano.
(¢) Carlos Parejo Delgado
Todo cambia y ese callejón permanece...testigo de la Historia! Cuántas pisadas habrá acogido...cuántos lamentos, suspiros....
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