Por anhelar un mundo
donde la libertad
sea la única bandera;
un mundo de igualdad
ajeno a las cadenas
que impone la miseria;
un mundo en el que sean
abolidas la usura,
la gula y la codicia,
y que camine al son
del Himno a la Alegría,
me tildarán los perros
de ser un radical,
un terrorista, un puto
comunista, un demonio.
Pues sí, lo reconozco,
tengo rabo, señores.
Pero no atrás, delante.
Más directo no puedes ser, carambita
ResponderEliminar