La historia se repite, es cíclica,
con sus altos y bajos,
sus vacas, ahora gordas,
luego flacas,
sus periodos de avances,
de horizontes
luminosos y abiertos,
de conquistas
del Hombre para el Hombre, y sus etapas
de involución y jaulas,
de eclipses y sequía.
La historia se repite —aseveraban,
palmarios, los maestros en la escuela.
Pero la historia, aquí
y ahora, con la usura
por bandera, parece
haberse detenido,
y es invierno, un invierno
de intemperie y cellisca,
y esta noche, en las calles,
repitiendo la historia
de tantas otras muchas
historias sin historia,
habrá alguien que, invisible,
perecerá de frío.
Dime cúantos mendigos hay en tu ciudad y te diré cómo le afecta la crisis
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