Érase una cabeza irreflexiva,
Érase un deambular sin perspectiva,
Érase un animal desorientado.
Era un selfie tras otro de costado,
De frente, alegre, serio, boca arriba,
Un whatsapp permanente, a la deriva,
Un decir sin decir, anonadado.
Érase un no mirar, grande ceguera,
Un politono agudo como el grito
De una tribu prehistórica, eso era.
Era un sujeto ajeno a lo erudito
–plano encefalograma-, sin sesera,
y mucho más pesado que un mosquito.
De frente, alegre, serio, boca arriba,
Un whatsapp permanente, a la deriva,
Un decir sin decir, anonadado.
Érase un no mirar, grande ceguera,
Un politono agudo como el grito
De una tribu prehistórica, eso era.
Era un sujeto ajeno a lo erudito
–plano encefalograma-, sin sesera,
y mucho más pesado que un mosquito.
Genial I+D al modo gongorino
ResponderEliminarSaludos, magnífico blog, me he reído mucho al leer este poema, el cual sin duda describe nuestros tiempos y adicciones telefónicas. Un abrazo, Gema.
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