Dice mi amigo Javier, y no le falta razón, que desde que
Podemos ha irrumpido en el ámbito político, la movilización social se ha ido
diluyendo hasta quedar en casi nada. De nuevo la gente — porque con esta
actitud no somos pueblo, tan sólo y como mucho somos gente— deposita su futuro
en manos de terceros y se olvida de que el porvenir y la democracia, para ser
fecundos, deben ser fraguados entre todos y para todos. Me temo, nos tememos
Javier y yo, que así no avanzaremos demasiado hacia una vida digna para todos
en libertad, hacia la felicidad que hoy, quizás, por nuestra desidia, no
terminamos de merecemos del todo. Y no, con lo dicho, no estamos criticando a
Podemos, que ya tenemos bastante con censurar al bipartidismo felón postrado de
rodillas al servicio de las élites explotadoras y corruptas. Sólo decimos lo
que decimos, que sin movilización social permanente —da igual quiénes gobiernen—
nunca habrá verdadera democracia.
Tu amigo tiene razón.
ResponderEliminarPodemos.
Besos
el individualismo de la miseria y la precariedad busca dioses salvadores
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