miércoles, 8 de octubre de 2014
Quijada de animal en un desierto
la sed me bebe a mares
me exprime como a un gajo
de limón me deseca
y en la altura
las nubes
pasan indiferentes
como diosas mezquinas
sin derramar siquiera
el mísero espejismo
de una gota de agua
1 comentario:
Carlos
9 de octubre de 2014, 6:07
Te veo muy cambiado, más huesudo y delgado. Es la sed del desierto
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Te veo muy cambiado, más huesudo y delgado. Es la sed del desierto
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