Transmuda en oro el plomo
–no acaba de gustarme la metáfora.
Mejor decir entonces que, con agua,
aire y sol, va mudando
mierda y tierra en abono,
y el abono en glicinas,
arroz hervido y papas a lo pobre,
que acabarán mudándose
de nuevo en podredumbre y excrementos.
Es, sin duda, un prodigio
análogo al inútil y angustioso
prodigio de la vida;
piedra filosofal y panacea
que no es más que placebo: es la poesía.
¿Es la poesía el placebo intelectual de los artistas solitarios?
ResponderEliminar