tu amor que no tendré tus manos limpias
mesando mis cabellos de animal hostigado
recién llegado huyendo de la nieve
y del peso intratable de las huellas del tiempo
tus ojos centinelas
alumbrándome
como un foso sin fondo conteniendo el asalto
de las huestes del miedo
poema cincuentenario de tu nuevo ciclo: las huellas del tiempo
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