miércoles, 4 de junio de 2014

El c(r)uento de la lechera

mi cabeza es un cántaro
que se sueña llenándose
de esperanzas cumplidas

para pulsar sus logros
le doy un par de golpes
CLONC CLONC y suena a hueco

obstinado e incrédulo
insisto CLONC frustrado
e inerme CLONC insisto
cada vez con más fuerza
CLONC CLONC insisto insisto
y el estrépito el eco
de la nada me arrastra
al insomnio y la rompe
en silentes añicos

1 comentario:

  1. Efectivamente, las esperanzas se nos rompen en silentes añicos, no son ruidosas como las huchas del DOMUND

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