lunes, 17 de marzo de 2014

Dos horas escuchando con mi sobrina Marina a los "One Direction" (Carlos Parejo)


Son cinco, dos muchachos rubios intercalados entre tres de pelo moreno. Muchas horas de peluquería, maquillaje y vestuario para que resulten improvisados y casuales. Y las niñas se pregunten una y otra vez: ¿Cuál es el más guapo? A la correcta y pulcra manera de cantar, y lo pegadizas y simples que son sus letras, le unen su belleza (no sé si natural o prefabricada) y unas poses afectadas y ambiguas entre lo masculino y lo femenino, que ya se estilaban en la Grecia clásica, las de los efebos.

Las letras de sus canciones hablan de amores con chicas que son tan puros como fervientes. Y de padres que no los entienden, que son buena gente pero demasiado poco soñadores. La creación, el paraíso terrenal, ha surgido de nuevo con ellos. Han descubierto una nueva forma de romancearse subiendo a INTERNET fotos y videos de sus seres amados. Es el tesoro oculto y secreto que poseen, vedado a los ojos de los mayores. Su mundo, como en el paraíso terrenal, es suficientemente idílico como para consumirse masivamente por adolescentes de los cinco continentes. Y su único enemigo son sus mayores. Se pasan la vida flotando por un mundo imaginario de miradas, abrazos y besos, sin lucha de clases, pobreza, enfermedades, ni ninguno de los otros siete jinetes del apocalipsis.

(¢) Carlos Parejo Delgado

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