sábado, 8 de febrero de 2014

En la carnicería

-Buenos días nos dé dios.

-Sin pecado concebida. Qué desea.

-Pues mire, me va a poner la mitad del cuarto de democracia; de la parte de la pechuga, a ser posible.

-Lo lamento, pero hace tiempo que se nos agotaron las existencias. En cambio, puedo ofrecerle un amplio surtido de chorizos.

-Pues qué se le va a hacer. Póngame un par de ellos. Al infierno. A propósito, ¿le quedan granadas?

-Eso en la frutería de la esquina.

-No, no, me refiero a granadas. Ya sabe... BUM!!!

-Ah, eso es ya otra cosa.

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