Cada vez que te miro
fingiendo torpemente
tan sólo ver, me digo
con ansiedad "qué buena,
pero buena que está."
Luego pienso, frustrado,
cuánto me gustaría
en lugar de decírmelo,
decírtelo hasta el éxtasis
con los cinco sentidos.
(O con cuatro si tú
me pidieses aullando
como una loba en celo
que apagase la luz)
Amor salvaje del lobo de Nerva
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