A fin de al español postrar de hinojos,
gobierna a rajatabla con dictados
de la opresora Troika –desalmados
armados con cerriles trampantojos–:
es un guiñol “rajao”. Vil, a los rojos
detesta aun más que sus antepasados
–caciques largo tiempo dedicados
con saña a asesinar y echar cerrojos.
Gozó, en cajas de puros, a manojos,
según presuntos hechos declarados
al juez, de sobresueldos. Cuántos ojos
y oídos, por tanto, en él se hallan fijados,
aguardando respuestas. Sin arrojos,
se muda en plasma o labios bien sellados.
Como gallego que es, se dirá, en boca cerrada no entran moscas
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