Cómo
identificar lo que no existe, lo que no tiene voz ni los matices de la
luz fecundada por la alquimia de la ira seminal de la tormenta. Pero yo
sé del nombre del silencio, de ese destello helado y azabache que suena
en los oídos del sediento como una marcha fúnebre al crepúsculo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario