Despecho
oh tú execrable víbora mi diosa
inhumana y esquiva
mojigata
hasta la saciedad conmigo y tan solícita
casquivana y coqueta con aquellos
que ajenos a la fe que te profeso
no son más que indolentes marionetas
de la testosterona oh tú espejismo
Gorgona de ojos claros mala perra
mi Venus virginal mi ángel mi todo
mi nada oh tú demonio oh malnacida
entrégate una noche a mis deseos
mirándome con ansias devorándome
antes de que ya sabes
el tan nombrado verso de Pavese
muy sensual con la mujer fatal, te veo
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