lunes, 24 de diciembre de 2012

Relatos verosímiles (62): José el "anguila" celebra la Navidad


¡Nana- nanita-nana, la agüela Santa Ana nació en Triana¡

¡Porrom-Porrom-Pompero, el hijo de la virgen fue marinero¡

José cantaba villancicos de la cava, golpeando su pandereta con mirada ausente, como de artefacto mecánico. Horas antes colocó en el balcón el estandarte rojo con el emblema “Dios ha nacido”. Preguntó dubitativamente a María: ¿Tú crees que es necesario? Su tajante e imperativo “Sí” lo hizo temblar. Tan alterado quedó que puso el paño por dentro de los hierros y mirando al hogar.

El resto de la tarde María se entretuvo cambiando de programas de televisión con el mando a distancia. José, a su lado, anduvo errante debido a su manía de esculpir sueños. Se imaginaba que vivía en la Judea del año I.

La cena con los suegros convirtió a José en árbitro del combate pugilístico a voces del año. Para él era lo de menos. Todos sus sentidos se enfocaron en el yantar: ¡Qué piel tan fina crían los langostinos del Atlántico Norte¡ ¡Cómo las atléticas y duras piernas de la perdiz se vuelven un blando y sabroso paté¡

Sonaron la doce. José pensó que el niño Jesús volvía a nacer tras 2012 años, y Cenicienta perdía una vez más su zapato. Despidió a sus suegros cordialmente: ¡Cúanto nos hemos divertido, el año que viene, si Dios quiere, a repetir¡

© Carlos Parejo Delgado

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