Era un individuo muy gallardo, diríase que gallardón; se pasaba día y
noche dale que te pego, en una suerte de onanismo mental que nunca dio
buenos frutos. No obstante, toro manso, llegó a ser titular de un Ministerio al que,
paradójicamente, denominaban de Justicia.
gallardón es como un azucarillo que, disuelto en el agua del ministerio, deja de tener sabor
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