Nocturno
¿te piensas mi verdugo?
¿que estos pingajos fatuos
de luz deshilachada
que cuelgan de mis ojos
son fruto del mordisco
de tu rictus sombrío?
¿que esta elegía exánime
que entono en tu regazo
es el postrer tributo
como óbolo que ofrendo
sin hálito a tu brío?
¿te piensas...? ¿qué te piensas
en tu necia soberbia
inmune a la derrota?
¿en tu estéril conquista
de páramos quemados
premeditadamente?
¿acaso que este trémulo
sudor que me va helando
lo ha parido el espanto?
¿te piensas...? ¿qué te piensas?
el dolor es celeste
tú un misericordioso
lenitivo amarillo
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