martes, 20 de diciembre de 2011

Tribulaciones de una crisálida (XXII)


Se alimenta de insomnio, parásito vampiro que, en volandas, lo arrastra por sedientos abismos salpicados de estrellas, y le niega la luz cuando el sol vence al frío, eclaustrándolo exangüe, en la exigua mortaja de su tierra nativa.

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