miércoles, 7 de septiembre de 2011

Como Ícaro


me miran cadavéricos tus ojos
del modo en que se mira a alguien que ha muerto
e hiriéndome de un vasto desconcierto
me abaten sobre un túmulo de abrojos

en él de luto ungidos mis despojos
se asfixian con el ánimo aliabierto
y en tal desolación me agito incierto
postrado sin oxígeno de hinojos

e irrumpe abrasador en mi memoria
el tiempo en que tus ojos dieron ala
al ansia por alzarme hacia tu gloria

y agudo en su fulgor fúnebre tala
mi vuelo con violencia predatoria
cegando hacia otros cielos toda escala

Ilustración: La caída de Ícaro, de Jacob Peter Gowy (1636).

2 comentarios:

  1. Poemazo muy digno de aparecer en una antología de poesía del Siglo de Oro.
    Saludos

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  2. Muy bueno tu soneto. Me ha gustado mucho. Un abrazo:
    Tadeo

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