lunes, 20 de diciembre de 2010

La tercera vía


(o de los tiempos que se avecinan)

TRAS enumerar la prolija lista de cargos que pesaban en su contra, con medida vehemencia la jueza le inquirió:

-¿Cómo se declara el acusado, inocente o culpable?

-Hambriento, señora, hambriento.

(Dedicado a todos los sesudos políticos que, al servicio exclusivo del capital, rigen nuestros destinos desde la Comisión y el Parlamento europeos, Congreso y Senado, Gobierno de España, Parlamentos y Gobiernos Autonómicos, Diputaciones Provinciales y Ayuntamientos).

2 comentarios:

  1. El hambre puede justificarlo todo.
    Que no nos pongan a prueba.
    PAQUITA

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  2. No podemos esperar lucidez de ellos
    y eso colma nuestra irritación.

    Abrazos

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