lunes, 11 de octubre de 2010

En la espesura


NO lo hacía mal. Es más, lo hacía bien, muy bien. Pese a haber desertado de las filas de los derrotados, los masacrados, los ninguneados, para unirse a los perversos, a los adalides del crimen, era de los mejores (claro está, en lo suyo). Así con todo, no fue fácil discernir los méritos por los cuales le fue concedido aquel, quizá, más que merecido premio. Si por esto o por aquello. Es lo que tiene la política: que nada queda claro.

6 comentarios:

  1. Esto me suena a realidad, mil perdones debe ser mi cabecita loca.


    Te abrazo lindura.


    M.

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  2. Siento que lo estoy viviendo... lo que lo he vivido y quizas que lo seguiré viviendo mal que me pese...
    Un blog que sabe describir... y transmitir!!!
    Mil besos cielo, buena semana!!!

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  3. jeje
    a quién estaría "follando" el político, digo..."pensando", pensando,en quién estaría pensando el político ¡qué lapsus dios!

    besosss

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  4. Hay mucho dislexico suelto, ¡que digo suelto! amarradito al poder por meritos propios.
    Besos

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  5. El cero ciera la frontera entre positivos y negativos, es lo que tiene...un abarzo.

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