CUANDO los politicastros al servicio de capital -que, de manera cínica y espuria, ejercían las competencias atribuidas a aquella prostituida Consejería de Medio Ambiente- evaluaron aquel pliego de alegaciones cargado de razones y buenos argumentos, se cagaron. Sí, se cagaron vivos. Posteriormente, una vez les pasó la diarrea, lo utilizaron para limpiarse sus apestosos y sodomizados culos.
buena imagen, un tanto asquerosilla pero vale,,,un abrazo.
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