Metamorfosis genital
Hirsuta aguamarina
Desgarradora y fría
Que agrietando mis pautas
Desuella mi armadura
Dejándome aterido
En medio de la nada.
Reflejo coagulando
Que al corazón castrado
Degrada en yermo esperma
Con la única esperanza
De que la tempestad
Estalle tras la calma.
Dejarte solo
ResponderEliminarno debí
los turquesas
pierden hombres
desde las sirenas.
Malditos cantos
oídos sensibles
por que no afianzaste
tu cuerpo al mástil
para no acabar a la deriva.
Un abrazo León,gusto
te hubieran dado
esos ojazos
después del marisco,eeh.
Que la tempestad estalle tras la calma....precioso final!!
ResponderEliminar" Que la tempestad estalle tras la calma "
ResponderEliminarIgual que DOLO, me parece un final muy solemne, como en los buenos conciertos: Vivacissimo tras un lento Adagio !
Besos