lunes, 17 de agosto de 2009

Nana de la despojada

Mi niño llora a mares,
pisó una mina;
su cunita de helechos
desvelo expira.

Mi niño tiene fiebre,
fiera malaria;
delirante vigilia
su sueño arrasa.

Duérmete ya, mi cielo,
olvida el hambre;
por apagar tu sed
daría mi sangre.

Mi niño se ha dormido,
cierra la puerta;
su cuerpo y su alma, fríos,
ya no despiertan.

6 comentarios:

  1. Muy dura y real,la nana ...y al mismo tiempo con ternura y mimo.
    Deja un regusto de tristeza tan grande al leerla.

    besos

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  2. A pesar de la metrica que utilizas y el ritmo casi festivo, tipicos ambos, de una cancion infantil; todo en un poema de dolor y recio, de soledades y deseperanzas...buen homenaje a esos niños abandonados a su suerte y, ademas, sin suerte.
    Un abarzo.

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  3. Que duro, Rafa; se me ha erizado lal piel visualiazando sa crudísima realidad!!!
    Uff!!!

    Un beso

    :)Reina

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  4. Que duro y que triste esta realidad que debería avergonzarnos a todos y que apenas sonroja a unos cuantos.

    Nana para dorminos la que nos cantan los poderosos, como diría León Felipe "me he dormido con todos los cuentos y sé todos los cuentos"

    Un beso grande

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  5. Y yo que soy madre y he cantado tantas nanas....ésta me arranca la piel del silencio.
    Un beso

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  6. Genial, sin palabras Rafa.
    No sé cómo llamarla. Cuando leí "nana" no pensé que me quedaría con esta sensación amarga. (Pero real)
    Un beso

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