No es fácil reinventarse cada noche;
Tomar el barro exánime en las manos
Y, en un vahido exangüe y derrotado,
Hacer que emerja un sueño de la nada.
No es fácil ser a un tiempo dios y pájaro:
El vuelo se resiste a ser destino
-Si efímero el aliento es a los dioses,
Asfixia eterna el sueño a los mortales-.
Cómo evitar el llanto, la congoja
Brotando a borbotones por los poros,
Ante ese alumbramiento de penumbras
Al polvo condenadas con el alba;
Cómo evitar preñarnos de quimeras
Sin que haya de morir el Universo.
Es cierto, qué difícil ser a la vez dioses y pájaros, dioses y animales; ser dioses, y estar a la vez tan sujetos a la naturaleza. Un misterio.
ResponderEliminarGracias por tus palabras, gracias por tus pensamientos.
Querido Rafa, es cierto, no es fácil! Pero aquí estamos y aquí (debemos seguir) seguimos¿? Nope¿? ¿?sip¿? Abrazo grande desde Londinium y desde la letra, Isa
ResponderEliminarAfortunadamente no siempre es tan difícil reinventarse..nos dormimos,soñamos y al despertar seguimos soñando y persiguiendo nuestros sueños
ResponderEliminarSomos alfareros de sueños.
Beso
dafne
Es todo tan difícil, todo es tan negro a veces…
ResponderEliminarUn beso con cariño Rafa.
Me gustó mucho lo de Dios y pájaro.
Uno de los poemas que más me han impactado, Rafa. Las imágenes son poderosísimas. ¡Los dos últimos versos geniales!
ResponderEliminarBesos
No es fácil, no; a veces hasta parece lo único; sin embargo, tampoco es imposible y aquí seguimos
ResponderEliminarUn beso, Rafa.