martes, 11 de noviembre de 2008
Luz negra
Hoy he matado a un sueño.
Su peso, cual vacío en las entrañas,
Me había deformado por completo,
Creando en mi alma un rictus pavoroso
De duelo y de veneno, atravesando
Los límpidos motivos de su origen.
La bruma en mis entrañas me impedía
Llegar a ver las garras que en mis manos
Colmaban de ancho espanto la mirada
Que fuese estanque, mi ansia, reflejando.
Mas se ha enturbiado su agua de mentiras,
Tratando de escudarse del salitre
Que, ingenuo, le inyectaba a sus veneros,
Y, unido a su penumbra, he vislumbrado
La lúgubre mazmorra que encerraba
Su luz bajo las fauces de mi anhelo.
Y a fuerza de mordiscos lo he sacado
Sangrando agonizante de mi pecho.
¿Visteis alguna vez morir a un sueño?
¿Sus vísceras, su sangre, sus pupilas
Inermes resistiéndose al ocaso?
¿Sus manos suplicantes en el aire
Asidas para no perder su aliento?
¿Habéis bebido, acaso, de la herida
Que queda cuando al fin ya fue extirpado?
No sabe amarga, sabe a evanescencia,
A oscuro firmamento, como a nada.
Hoy he matado a un sueño
Y en su alma renacida en la vigilia,
El alba emerge sólida y radiante,
En tanto que una noche sin auroras
Diluye al soñador y a lo soñado.
Pues como te comentaba en mi blog, visto así... es menos doloroso y más rápido morir de espanto que morir de amor.
ResponderEliminarBesos.
Me ofrezco voluntaria como complice y coartada... yo tambien huyo de la justicia por el mismo motivo.
ResponderEliminarBesos.
Joder Rafa! qué palabras! éstas, tu "DESDÉN", tu "ESTACIÓN DE PENITENCIA VIII"..., a mí me han emocionado, vamos, que si no he llorado es porque me he tragado las lágrimas. Vaya poetazo eres.
ResponderEliminarUn abrazo con besos.
Pues si, tú tienes que publicar un libro, por collons.
ResponderEliminarBesos
Rafa es brutal!
ResponderEliminarPero yo creo que eso no era un sueño, sino una terrible pesadilla y ahora, renacido y liberado,podrá el amanecer, encontrar en tí un hueco.
Buenas noches,
¡Qué Sr. Poeta!
ResponderEliminarAbrazos...