Noche de eclipse.
Las sábanas, sin luna,
Fueron sudario.
* * *
Con botas de agua,
Por tu miedo a los charcos;
Yo, agosto seco.
* * *
Salté a los rápidos.
Pensaba que era el Eros
Y, al fin, fue el Tánatos.
* * *
Roja la rosa.
Su espina, con mi sangre,
Nieve amarilla.
* * *
¡Qué amor tan corto!
No ocupa su relato
Ni un mal renglón.
Las sábanas, sin luna,
Fueron sudario.
* * *
Con botas de agua,
Por tu miedo a los charcos;
Yo, agosto seco.
* * *
Salté a los rápidos.
Pensaba que era el Eros
Y, al fin, fue el Tánatos.
* * *
Roja la rosa.
Su espina, con mi sangre,
Nieve amarilla.
* * *
¡Qué amor tan corto!
No ocupa su relato
Ni un mal renglón.
te leo, sumergida hasta los tobillos, con la admiración acostumbrada.
ResponderEliminarun beso
Me sumerjo yo en los haikus, con el gusto de siempre. Qué bueno para irse a la cama en breve
ResponderEliminarQué fantástica destreza.
ResponderEliminarSon geniales Rafa.
ResponderEliminarLlega la lluvia
y la luna se esconde
tras los cristales.
No pude evitarlo.
Un beso, poeta.
Cuanta tristeza
ResponderEliminarreflejada en las letras
...y cuanto amor.
Un “berso” de luna llena para ti sólo por existir.