A Manolo Rubiales
…“raudas moscas divertidas,
perseguidas
por amor de lo que vuela,
----- —que todo es volar—,”…
Antonio Machado.
Ser mosca cojonera, ni es fácil, ni está carente de riesgos: el burro es grande y, en cualquier momento, nos puede aplastar con un golpe de cola. Pero… ¡es tan gratificante volar!, compañero.
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Cachi en la má salá, Rafa, yo que siempre me creí gaviota y, ya ves, con estas ansias de volar y la impaciencia me veo reducido a tábano cojonero, qué le vamos a hacer, mientras existan los burros no nos queda más renedio que andar molestando hasta que aprendan.
ResponderEliminarUn abrazote. gracias por tu apoyo.
No tengo ni idea de que va el tema, pero pobres burros, me encantan, ojalá no desaparezcan nunca.
ResponderEliminarMe voy a ver al Rubiales...
Besos
Al final, aunque nadie lo crea.. las moscas acaban con el burro... ellas son mássssssssss y si son cojoneras, pués mejor!!!
ResponderEliminar:)))))
(por cierto, donde se adquiere una mosca de ese estilacho?
:))))))... es joda, que si me leen me divorcian y me gano dos coscorrones y con razón, jajajajajaja).
Besos y... suerte con la cola del burro.
P.D: como dicen en mi tierra: No es tanto lo ladilla si no lo seguido, así que sigan ladillando a ver que sucede.