jueves, 3 de julio de 2008

Antes... ciego que sombra


La bruma perniciosa del ocaso

Que anega desde siempre mi mirada,

Hoy se ha metido hasta el fondo de mi alma.

Nunca pensé que la sal de mi sombra

Pudiese morder la sed de otras alas,

De abismo aniquilándolas.

Pero ha sucedido y, ciego de espanto,

Palpando he rebuscado en mil bolsillos

La trémula y tenue luz opacada

De mis gafas de cerca,

Pensando en poder, quizás, salvarme

Mirando en sus retinas mis adentros.

Mas, al ver lo que he visto,

He quebrado con rabia sus cristales

Y henchido de sus trozos mis pupilas,

Para así no sufrir otra vez la embestida

De herir o ser herido en la mirada.

(No alumbrará nunca más mi crepúsculo

La luz que se ha extinguido entre penumbras

Vaciándole sus cuencas a mi entraña).


5 comentarios:

  1. Bastante tétrico, pero así vamos...

    Besos.

    P.D: Seré yo la única que no se alegra por Ingrid? que paja es esa, una secuestrada politica.. y los demás que? Es más importante ella que el otro que llevaba 10 años allí? y los otros 700 que no se saben si vivos o muertos, qué? Esta porqueria de noticia no me parece más que propaganda basura.

    ResponderEliminar
  2. Imagino tus ojos preciosos, por eso no comento más...
    Beso tus ojos

    ResponderEliminar
  3. Me identifico tanto con tu poema, tanto que lo que tengo subido en mi blog, fue escrito con una sensación, estimo, que parecida, aunque a vos te quedó infinitamente mejor, es un gran poema el que has escrito.

    Besos.

    ResponderEliminar
  4. Cómo duele a veces leerte, joder, eres tan buen poeta que hasta dan ganas de abofetearte.

    Pastilitas juanolas y jarabe de miel. Se me ha clavado algo en la gargata, te leí en voz alta.

    ResponderEliminar
  5. Rafa
    ¡Ay Dios, vaya poesía! Estremece meterse en el papel que describes, bonitos versos. ¡Qué buena foto! Pensar que somos tan feos por dentro!
    Besos

    ResponderEliminar